El País.
La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, decidió este martes renunciar a su cargo, un día después de ser apartada de sus funciones en el Gobierno.
El presidente, Lenín Moreno, había dispuesto el lunes que fuera liberada de todas sus funciones para que pudiera preparar su defensa frente a una investigación que abrió la Fiscalía en su contra por, presuntamente, haber cobrado a sus colaboradores a cambio de acceder a un puesto en su equipo.
Uno de los asesores que trabajó con Vicuña en su etapa de asambleísta la denunció, con una declaración juramentada ante notario, por haberle exigido pagos de entre 300 y 1.400 dólares mensuales para obtener y mantener su puesto de trabajo.
La vicepresidenta matizó el lunes, después del anuncio presidencial, que ella misma había solicitado una licencia sin remuneración hasta el 31 de diciembre para preparar su “legítima defensa” sin que “afecte a la gestión del Gobierno” y con el fin de “no distraer el cumplimiento de las múltiples funciones” que el presidente le encomendó en enero de este año.
Un argumento similar es el que ha esgrimido Vicuña para finalmente presentar la renuncia. “Ayer solicité una licencia sin remuneración, sin embargo, creo que el país no merece esta inestabilidad, no me voy a prestar a que se abone a rumores de muerte cruzada, de renuncia del presidente o de grave conmoción interna”, aclaró en el comunicado donde oficializada su adiós. Rechazó, además, las críticas que ha recibido estos días por aferrarse al cargo.